Aumento de la producción y disminución de los defectos en la panadería Schwartz Brothers
Las magdalenas de calabaza y queso crema, el mouse de chocolate blanco y frambuesa, la crostata de cerezas y la tarta aterciopelada de triple chocolate son solo algunas de las delicias recién horneadas que la panadería Schwartz Brothers de Seattle prepara para sus consumidores desde hace 33 años. Schwartz Brothers no solo es un icono consolidado en el área metropolitana de Seattle, sino que su influencia pastelera se deja sentir en todo el noroeste del Pacífico, donde presta servicio a unos 500 establecimientos, entre los que se encuentran restaurantes, hoteles, escuelas, grandes almacenes, operadores de servicios alimentarios e instalaciones militares. La panadería, que opera desde sus plantas de producción de 3250 m2 en Seattle, con una instalación satélite adicional de 1300 m2 en Vancouver (Washington), produce una línea completa de tentadores productos que incluyen empanadas, bollos, magdalenas, postres, galletas, croissants, pasteles, panes, panecillos y tartas: más de 100 000 artículos horneados desde cero a diario.
En la década de 1990, Schwartz Brothers actualizó su equipo de fabricación de productos para mantenerse al día con la creciente demanda: como lo último en batidoras verticales, espirales, horizontales y de brazo recíproco; una depositadora de masa de cuatro pistones para panecillos y panes; una máquina de pan y panecillos; mesas de composición automatizadas; y lavadoras de estanterías y utensilios. Sin embargo, la línea de envasado original no se actualizó, y ha sido cada vez más difícil seguir manteniendo el ritmo de las mejoras en el volumen de producción.